CINE, ARTE, NUEVOS MEDIOS

viernes, 23 de enero de 2009

Papel celofán


Mi primera clase en la universidad fue una clase de Diseño. La profesora entró al salón y, como introducción al curso (y supongo que a los estudios de toda la carrera), nos mostró una película: Ballet Méchanique.
Creo a la mayoría de los alumnos nos gustó la película, seguramente porque se trataba de una clase de diseño. Con el tiempo (y después de ver por primera vez películas como Wavelength de Michael Snow) me di cuenta de que esa expectativa era condicionante para que uno se permitiera a sí mismo experimentar realmente el cine no narrativo (o el narrativo-experimental). Tal vez la película no hubiese gustado tanto en un curso de producción cinematográfica o de historia del cine, después de todo algunos alumnos llevaban una foto de Spielberg en la billetera, y la película Tiburón era la causa fundamental detrás de su presencia en la escuela de cine. En el curso de Diseño, iluminada por otra perspectiva de lectura, la película se revelaba ante nosotros con todas sus posibilidades.

No lo sabía aún, pero esa era la primera película experimental que había visto, aunque no pensé que eso era lo que estaba viendo.

En cambio, algunos meses más tarde, me avisaron que en la noche los alumnos que conformaban el colectivo Loop, iban a mostrar una selección de cine experimental en uno de los salones (creo que el 301, un salón que acogía a 200 personas, con una pantalla enorme y varios proyectores).

No me acuerdo en qué consistía el programa. Es posible que hayan mostrado alguna película de Stan Brakhage, entre otros cineastas experimentales clásicos. No lo recuerdo. Pero lo que sí recuerdo es Variations on a Cellophane Wrapper (Variaciones sobre un papel celofán), de David Rimmer.

Esa fue la primera vez que vi cine experimental, consciente de que eso era lo que estaba viendo. Durante mis estudios volví a ver esa película unas dos o tres veces más. Se trata de una película canónica del cine experimental canadiense y se ha escrito bastante sobre ella. Pero antes de proponer alguna explicación académica quería recordar la impresión que tuve al verla por primera vez, no sabía nada de cine experimental, ni del cine lírico, ni del llamado cine estructural, ni de Jonas Mekas, ni de Hollis Frampton, etc, pero supongo que el título mismo de la película ya explicaba qué era lo que intentaba hacer: variaciones formales en la representación de un mismo evento. En términos simples, algo cambiaba a pesar de que algo (¿el tema?) se mantenía. “Es lo mismo pero no es lo mismo”. La película implicaba una interesante paradoja y seducía con el ritmo que creaba; entonces uno asumía un estado meditativo, y el final era como despertarse (siempre es así cuando termina una película pero esta vez había algo diferente).

La versión disponible en línea y que he colgado aquí es de muy mala calidad. Me apena sólo disponer de esta versión. Espero que sirva para dar por lo menos una idea de la visión de Rimmer. Sería fantástico poder ver esta y otras películas, proyectadas en cine como se debe. En Lima, festivales como el VAE nos han permitido ver cine experimental y otras formas de arte poco exhibidas en nuestro país. Falta sin embargo que otras instituciones como la filmoteca de Lima, manejada por la Universidad Católica, se interesen por exhibir aquellas películas que no tienen un lugar en los circuitos comerciales. Esa suele ser la función de las filmotecas de otros países, y esa debería ser su función en nuestros país.

En el libro de R. Bruce Elder, Image and Identity: Reflections on Canadian Film and Culture, el autor habla de una tendencia en el cine experimental canadiense que presenta la tensión que se genera entre la alusión que la fotografía fija hace al pasado y la sensación de presente, el aquí-y-ahora (“here-and-now”), transmitida por el cine. A ello se suma la tensión producida por el hecho de evidenciar que, como apuntan tanto Rimmer como Elder, la película es al mismo tiempo un objeto material y una representación.
Asimismo podríamos asociar Variations on a Cellophane Wrapper con lo que Youngblood llama en el texto que colgué hace unas semanas, la tendencia constructivista en el cine, y del cual P. Adams Sitney sustrae aquello que define como Cine Esructural (un elemento inherente al medio determina la estructura de la película). Elder por su lado habla de la película de una sola toma:

“La influencia de la fotografía asoma en otra forma de cine de vanguardia Canadiense, una forma que yo llamo “la película de una sola toma”. Con ello me refiero, no sólo a aquellas películas hechas con un solo posicionamiento de la cámara y que son filmadas de forma continua durante un solo (y corto) lapso de tiempo, sino a todas aquellas películas cuya estructura está derivada de las características de la toma única” (Image and Identity, 292).

En todo caso, espero que la disfruten como la disfruté yo, cuando la vi por primera vez.



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